Hola chicos!

En esta ocasión no les traigo buenas noticias, pero me gustaría que ustedes formen parte de este acontecimiento; es por eso que les contaré qué ocurrió en aquel fatídico día.

En días pasados, el viernes 21 de junio del 2019, al salir del trabajo camino a la universidad; tuve un accidente de tránsito mientras conducía mi moto en la calle trasera de mi trabajo. Este evento ocurrió a las 17h05, 5 minutos después de haber marcado la salida de mi trabajo, 17h00. Todo esto lo sé porque me lo contaron, más no lo recuerdo; me remonto a las 9h00 de la mañana el sábado 22 de junio, es aquí donde retomo la conciencia y me doy cuenta que estoy en una camilla de una sala de emergencia en un hospital de Guayaquil. Totalmente confundida sin saber qué pasó y por qué estoy allí, siento mi rostro húmedo en el lado izquierdo superior (cerca de la ceja), empiezo a tocar mi cara y reviso mis dedos ensangrentados; sentía dolor en mi cabeza y que casi estallaba de lo hinchada que estaba. 

Me encontraba sola, sin nadie quien me explique por qué llegué allí o qué ocurrió antes de estar; las enfermeras atendían a los demás pacientes recostados en sus camillas y yo sin poder siquiera sentarme, lo único que tenía era un celular de baja gama que solo permitía llamadas y mensajes de texto. Entró una llamada de Alejandro, quien me contó todo lo que había pasado antes de llegar al hospital. Después de eso, solo quería salir a buscar mi moto y quedarme dormida.

Me contó que un auto Susuki S CROSS Blanco con placas PDD 8014 me impactó la parte lateral izquierda de mi moto mientras yo iba en el carril derecho en la calle principal hacia mi Universidad, el auto venía en la vía de retorno intentando girar en U, quien no respetó la preferencia de mi vía y aceleró para realizar la maniobra. Según versiones de los testigos, al chocarme, caí a 5 metros de distancia de mi moto; al momento de caer, mi cabeza se golpeó bruscamente contra el pavimento. Aparentemente, me encontraba consciente y el dueño del vehículo al impactarme, causó contusiones severas en mi pierna izquierda y cabeza. Como se conoce la astucia ecuatoriano, el causante del hecho huyó; por lo que al pasar las horas, las autoridades de tránsito llegaron a retener mi moto  y llevársela detenida al CRV,  la ciudadanía obligó al agente a llamar a una ambulancia ya que yo me encontraba herida e inconsciente. Casi a las 20h00 fui trasladada a un Hospital, en donde llamaron a mis familiares.

Descartando todos los pormenores y demás, en definitiva; luego de este accidente pasé por más hospitales y muchas tomografías como ven en la siguiente imagen:

Milton B. ayudándome a recostarme en el equipo médico.

He pasado días terribles, aún sufro mareos y estragos del accidente pero puedo decirles que sigo viva y agradecida con todos y cada uno de quienes me ayudaron en este fatal momento. Sobre todo, a quienes siguen en esta lucha conmigo. A quienes estuvieron de forma presencial y virtual conmigo, los llevo dentro de mi corazón.

Esta lucha no queda aquí, mi moto sigue presa, yo sigo en chequeos médicos y buscando la forma de obtener dinero para poder cancelar cada día que la moto sigue en el CRV mientras una abogada realiza el proceso para la libertad de esta. 

Agradezco a quienes siguen ayudándome y espero de corazón salir pronto de esto. 

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